El apagón prolongado en Cuba ya alcanzo su cuarto día consecutivo y ha paralizado casi todos los sectores de la vida cotidiana en la isla. Negocios, hospitales, transporte y hogares están sumidos en la oscuridad, lo que ha obligado a la población a adaptarse de forma desesperada a una situación que parece no tener solución inmediata.
Las autoridades cubanas no han ofrecido una respuesta clara sobre cuándo se restablecerá el servicio eléctrico, lo que aumenta la incertidumbre en una población ya agobiada por la inflación, la escasez de alimentos y productos básicos, y el colapso de los servicios públicos.
Desde el primer momento el El Ministerio de Energía y Minas (Minem) había advertido que las tareas de recuperación del SEN iban a ser complejas y graduales.
El ministro de Energía y Mina, Vicente de la O Levy reconoció que la situación en el sistema eléctrico es “muy tensa” y que la falta de electricidad ha dejado “a la mayoría de los cubanos” sin agua en sus casas. Los motores que bombean el líquido hacia los hogares utilizan electricidad.